lunes, 19 de noviembre de 2007

Ojalá que quisieras dormir esta noche conmigo.

El trago amargo
como el sabor
de mi sangre
enferma
que me baja
más que deslizándose
atropellado
como cayéndose
después de haber tropezado
o, más fielmente,
haber sido empujado
por la garganta
es la derrota.

1 comentario:

kiski dijo...

aquí ya estabas cagao x la operación no?
q exagerao!! a q no ha sido para tanto!!